sábado, 30 de mayo de 2015

Eclipse de A

La luna estaba triste porque, aunque recibía el calorcito del sol, nunca disfrutaba demasiado de su compañía.
Un día decidieron que se encontrarían, quedarían los dos solos, no tenía por qué enterarse nadie. Cumplieron su promesa y se juntaron pero descubrieron, con sorpresa, que al encontrarse ellos frente a frente, la tierra quedaba a oscuras y el efecto producido era que los humanos estarían observando su encuentro y perderían toda intimidad... así que se miráron fijamente, se guiñaron un ojo y continuaron su camino, dejando para otro momento el encuentro a solas...
Por eso los  eclipses son el guiño del sol a la luna, su amada, que refleja su luz a la humanidad a oscuras.
DBIM