sábado, 28 de noviembre de 2015

Una mujer caminaba por la calle, pendiente únicamente de la música que escuchaba, no era consciente ni de la gente con la que se cruzaba ni de lo que pasaba a su alrededor.
De repente al mirar al suelo leyó en un papel: ¡ayuda!. Paró,  miró para todos los lados pero no encontró a quien podía haber escrito el mensaje.
Siguió su camino pero con una actitud diferente, entendió que la petición estaba hecha y que debía estar atenta a lo que tenía delante y salir de su ruido interior.