miércoles, 4 de agosto de 2010

Un mensaje especial


El sol intentaba asomar tras las nubes que se habían propuesto no dejarle paso en esa mañana, aunque fuera verano nadie protestaría por un día fresco y con algo de lluvia, es cierto después habría más calor, pero este, por fin, habría dado una tregua en esta época tan calurosa.

Debiie estaba dispuesta para salir de casa, pensaba que ese día sería especial, quería mirar unas cosillas en las tiendas y después reunirse con algunos de sus amigos para tomar algo juntos, en vista del cambio de temperatura.

Camino del aparcamiento para coger el coche recibió un mensaje en el móvil “Felicidades, hoy puedes ser la ganadora de un gran premio, MUCHO AMOR, sólo tendrás que hacer lo posible para que este crezca a tu alrededor”. Lo primero que pensó fue que era uno de esos mensajes que te llegaban al móvil para sacarte dinero, en vez de regalarlo, pero no lo borró, le pareció curioso y quería preguntarles a los demás si alguien lo había recibido también.

Salió con el coche y consiguió aparcarlo en un buen lugar de la ciudad, en el centro, no se tendría que mover mucho para mirar las tiendas que le interesaban. Al salir del coche encontró a una joven con dos hijos sentada en la acera pidiendo algo para poder dar de comer a sus hijos, casi no había reparado en ellos hasta que el más pequeño le dedicó una de sus mejores sonrisas, con varios dientes caídos pero unos ojos que lo decían todo. Debiie pensó que total ella ya tenía muchas cosas y entró en un bar para comprarles un suculento desayuno y le pidió al camarero que les avisara para que se sentaran en la mesa y lo comieran, este a regañadientes lo hizo.

Sin quererlo pensó en el mensaje que había recibido, fue como si esta vez le llegara a su cabeza en vez de al móvil.

Siguió bajando la calle y recibió una llamada, era su amiga Marta, hacía tiempo que no hablaban pero nunca olvidaba esa fecha, la del cumpleaños, Debiie se alegró mucho al saber que hay personas que por muy lejos que estén, o por mucho tiempo que pasen sin hablar, nunca se olvidan. Habló con ella largo rato, tanto que decidió sentarse en uno de esos originales bancos que habían puesto en la calle, Marta tenía mucho que contar y Debi fue dándole su opinión sabiendo que Marta la escucharía. Terminó la conversación descubriendo en Marta una buena carcajada, se levantó del banco y prosiguió su camino, no sabe cómo el mensaje del móvil le volvió a la mente.

Entró en una tienda para mirar unas gafas de sol, ese verano estaba siendo bastante luminoso y sus ojos azules se veían bastante perjudicados con la claridad, parecía no encontrar ninguna que le gustara pero sí que vio unas que a su abuela le irían muy bien, así que decidió hacerle un regalo a quien siempre estaba pensando en ella y le preparaba esas comidas que tanto le gustaban, no lo pensó dos veces y se las compró.

Total que llegó la hora de encontrarse con los amigos y cuál fue su sorpresa que en la tasca donde habían quedado encontró, no sólo a sus amigos, sino a su familia y a otros que también significaban mucho para ella, incluida Marta, le habían preparado una buena sorpresa. Lo único que ella pensó fue en el mensaje que había recibido esa mañana, descubriendo que a pesar de que la fiesta era todo un regalo, ella había sido feliz dando a los demás algo de ella misma, su AMOR.